Seguramente más de una vez habrás escuchado a los chicos estar felices por no tener que ir a la escuela (por feriados, paro, fin de año). Sin embargo, también habrás escuchado de algunos que, por haber crecido con enormes carencias, valoran enormemente la oportunidad de recibir educación.
En lo personal, he escuchado a estudiantes decir que están tristes «porque tuvieron que venir a la escuela» o que «les gusta asistir» porque «no tienen absolutamente nada mejor que hacer en casa» (venir al cole es la última de sus opciones).
Te invito a leer una historieta que diseñé, teniendo en mente esta idea. Clic aquí
Sería valioso que aquellos niños que a veces muestran indiferencia o rechazo hacia el colegio, pudieran conocer las historias de quienes anhelan con fervor poder asistir a clases. Tal vez así comenzarían a valorar más el privilegio de recibir educación, algo que para muchos sigue siendo un sueño inalcanzable.
Te invito ahora a ver un video respecto a los deseos de niños europeos y africanos.
Como docentes, podemos aprovechar estos contrastes para motivar a nuestros chicos a reflexionar acerca de otras realidades y ampliar así su mundo.
Compartir relatos inspiradores, generar reflexiones sobre el acceso a la educación y hacer concientes a los estudiantes de su privilegio, puede ser una estrategia efectiva para fomentar una actitud más positiva y agradecida hacia la escuela.
Y vos, ¿qué opinás? ¡Te leo en los comentarios!