Hoy me puse a ver todos los videos que tenía guardados en YouTube y, de golpe, me encontré con uno que me llamó especialmente la atención. Era de un youtuber que había ido a visitar a los Masaka Kids. En ese momento tomé conciencia que hacía tiempo venía viendo los videos de estos chicos bailando en las redes sociales, pero nunca me había puesto a pensar acerca del “detrás de cámara”.
La verdad es que me invadió una gran emoción por dos motivos. Por un lado, por el coreógrafo y otros adultos de la comunidad, que preparan a estos niños desde hace muchos años, brindándoles una razón para seguir adelante y una oportunidad para expresarse a través del baile (la mayoría son huérfanos o viven en condiciones de gran vulnerabilidad). Por otro lado, por el youtuber, que decidió compartir este contenido tan valioso en su canal y ayudar a difundir un proyecto tan inspirador.
Les dejo también uno de sus tantos increibles videos por si nunca los vieron o por si quieren volver a disfrutar de esos pasos que realizan con tanta energía:
Ojalá que cada día haya más personas que apuesten por un futuro mejor para los niños. A veces no se necesita tener mucho dinero o grandes recursos, sino simplemente dedicar tiempo (¡que no es poco!) para que otros puedan tener una vida un poquito mejor…